con el eco y la silueta de las siete mil vírgenes
formo mi locura
en cada esquina
en cada auto una púpila de milllones
voy creciendo de la historia de su acontecido orden
me distraigo
como droga
como un asunto cotidiano
y son, como dijiste abuelo,
siete mil arpas
y diez mil arcoiris de un millar de colores cada uno
cada par de alas el rastro de una luz
girando siempre dando vueltas
sin comienzo ni final
cada una una tierra perfecta para hundir
girando siempre al rededor
dando vueltas sin comienzo ni final
y verter el amor y el odio en cada atardecer
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de cuántas noches estamos hablando?
hay grupúsculos de objetos
azarozos y diversos
hay rincones de polvo nuevo
hechando raíces
te veo nacer yéndote
me oigo cantar yéndome
¿de cuánta nada estamos huyendo?
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octubre 03, 2008
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