mayo 24, 2007

orientación vocacional

TRABAJO EN LA POESÍA
(...Y NO TENGO PLUS)

Mi oficio, que se presentó como una guerra personal para que lo aprendiera durante varios años, es la poesía. Un oficio sin mística es muy poco civilizado.

Es por eso que mis requerimientos de horarios, me hacen investigar la naturaleza cultural del tiempo, por ej., o anochecer danzando frenético en la marea lunar de la ciudad., o llorar y reír en el mundo presente.

Mi oficio es complejo. El deseo de realizarlo me hace asegurar que hay cosas en el ambiente, que como el TLC, son un engaño abusivo e indignante, que también hay que cuestionar desde las empresas y desde el trabajo cotidiano.

No es que no me importe si me pagan o no. Una condición de clase me obliga a generar una remuneración mensual para gastos de vivienda y alimentación, mis padres hacen lo mismo, y me apoyan. Como mesoamérica entera, no estoy en venta, y ofrezco el trabajo de mis manos y de mi seso, para labores apasionadas de cambio y movimiento.

Para colmo, durante algunos años fui encargado de recursos humanos (selección-evaluación de personal) y el contacto (mediado por un discurso seudoempresarial facilista) que tuve con cientos de personas desempleadas, me insitó a desobedecer 4 años de formación en sicología. Que no sea difícil dialogar allí.

Hay muchas cosas importantes para hacer de este mundo un sitio más humano, y son sostenibles. Como generación joven nos toca pensar, crear y resistir.

Mi oficio me obliga a decirlo. Imaginación, Trabajo y Belleza, por una educación para el libre pensamiento, NO TLC.



Pedro Sebastián A´kabalajuj.

para contarle a los niños, había una vez...