junio 20, 2008

POR JULIO ACUÑA

JULiTO no falleció, a JULiTO quisieron matarlo.
\JULiTO no falleció, a JULiTO quisieron matarlo, y solo le arrebataron su cuerpo, para dárnoslo luego, golpeado, vacío y triste, como revelación de la lucha maravillosa que hemos de dar sus hermanos contra la inferioridad mediocre de nuestros tiempos. Lo que estos cerdos animales no sabían (malditos sean para siempre!) es que el hombre que JULiTO es se expande, se renueva, se refugia intocable en el corazón del cielo, en el corazón de la tierra, desde sus abrazos, sus risas, sus miradas, sus ojos vivos y cercanos, ojos con aliento de un ser humano poderoso y amoroso y humilde y esperanzado. La pérdida no se minimiza, grandes fueron los impactos de oir su nombre, de ver su foto, de imaginar sus manos aferrándose a la vida. ¿Cuánta luz y cuánta rabia curará la herida de JULiTO por todo el país, el continente, el planeta?

La vida tiene su medida justa. Jamás podremos ni imaginar razones, justificaciones ni explicaciones. Queremos tener a la vista a ese animal enfermo que le disparó, lo queremos desnudo en un claro de un bosque, rodeado y visto de frente por todos los amigos y hermanos que JULiTO descubrió viviendo abierto y profundo como vivió.

Atrevámonos a decirlo: hemos visto el mundo en nuestros sueños y en nuestras visiones, y seguiremos viendo a JULiTO leyéndole caminos a la luz como uno mas de los que anuncian el amanecer porque lo construyen.

Lo que queremos tiene sus limites en la velocidad de nuestro trabajo, en la convicción sobre el amor que nos nace de unificar pensamiento y manos.

Por la vida, para la vida que busca la belleza
No a la impunidad de este crimen!
DEFENDÁMOS LA MEMORIA DE NUESTRO AMOROSO HERMANO!

2 comentarios:

alujihi dijo...

Volviendo la mirada hacia lo que la ley puede llegar a hacer respecto a este doble crimen, yo pienso que más que justicia, prisión, multas, sanciones, o lo que fuera, lo que toca es eliminar la cantidad de armas que andan en manos de la gente común y corriente. Celópatas armados. Homofóbicos armados. Xenófobos armados. Todos ellos, los celópatas, los homofóbicos y los xenófobos son parte (lamentable) de esta sociedad. Con educación - esperamos con fe ciega - se podrán ir rehabilitando hacia la tolerancia. Pero mientras tanto, URGE que el gobierno controle y restrinja la cantidad de armas que andan por ahí sueltas, disparando en defensa de los más bajos impulsos.

Al mismo tiempo, espero que agarren al responsable de esto, y lo hagan rendir cuentas. También quisiera ser parte de ese círculo en el claro de un bosque, observar al asesino, y buscar en el fondo de su esencia, la compasión que no tuvo a la hora de cometer ese crimen. No pisotearlo, sino traerlo un poco de vuelta hacia la paz que buscamos todos los que conocimos a Julio y supimos admirarlo justamente por su bondad.

Creo que ese círculo ya está hecho.

Unknown dijo...

No pude asistir a las actividades de su despedida, mis más sentidos
pesames a sus familiares a su compañera Tania y al nene... desde la distancia y con todo el cariño les mando todas mis fuerzas

Realmente impactada, al principio cuando me enteré dije - no seguro
que es otro, julito no puede ser grrr demasiado para ser verdad hasta
aceptarlo, pero realmente muy sospechoso como se narran el desarrollo
de los hechos

A Julito lo conocí en el Centro de Cine, entre el audiovisual y la
poesía, caracterizado siempre por una sonrisa solidaria que daban
siempre ganas de cruzar unos momentos con él y aún más al ser papá una
magia de nueva vida grande brotaba de su alma

MUCHA FUERZA

recordemoslo siempre son esa sonrisa solidaria, y como dijo jorge de bravo: caminando sin que haya camino caminando caminando caminando

GRACIAS JULIO POR HABER DEJADO HUELLAS TAN FIRMES Y HERMOSAS